El Ayuntamiento ha iniciado una campaña para eliminar los brotes de Ailanto, popularmente conocidos como “Árboles del Cielo o del Huele Mal”. Se trata de un árbol invasivo, de crecimiento muy rápido, que afecta al resto de especies. Hay lugares del municipio en el que está compitiendo por colonizar zonas habitadas por árboles autóctonos como fresnos y encinas.
El Ailanto está incluido en el Catálogo de Especies Invasoras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y, por ello, es obligación de las administraciones públicas erradicarlo. Esta obligatoriedad motiva la actuación municipal que, además, solicita la colaboración ciudadana retirando los brotes.
El Ailanto (Ailanthus altissima) es una especie de flora alóctona o éxotica presente en algunos puntos de la Península Ibérica, y que en Madrid está aumentando su área de extensión. El Ailanto no sólo es una especie exótica, sino que también es invasora, lo que aumenta su riesgo. Lo aconsejable en caso de presencia es eliminarlo en el menor tiempo posible.
Consideraciones biológicas
El Ailanto es una especie de crecimiento muy rápido que además desplaza al resto de especies. Tiene muy pocas necesidades hídricas, pudiendo establecerse en zonas secas. Tampoco es muy exigente en cuanto a condiciones lumínicas, pudiendo crecer tanto a plena luz como en sombra. Prueba de ello es que se puede localizar en casi cualquier lugar del municipio (ver fotos) naciendo y creciendo en condiciones muy adversas. Estas características provocan que desplace con facilidad al resto de especies autóctonas, amenazadas o no. Además el Ailanto produce y genera toxinas alelopáticas que desplazan al resto de flora. Por otra parte, la capacidad de rebrote a partir del pie principal es muy elevada. Una vez que se establece pueden aparecer nuevos brotes incluso a 15 metros de distancia.
¿Qué dice la ley?
Legalmente el Ailanto es una especie exótica invasora de acuerdo a la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Está incluida, mediante el Real Decreto 630/2013, en el Catálogo de Especies Invasoras, teniendo las Administraciones Públicas, la obligación de erradicarlo.
Daños ecológicos
La introducción de especies exóticas es la segunda causa a nivel mundial de pérdida de biodiversidad y extinción de especies. El Ailanto desplaza al resto de especies, ocupando su nicho y pudiendo provocar extinciones locales de flora autóctona. Altera el ecosistema forestal, provocando además modificaciones en las características física-biológicas del suelo.
Perjuicios económicos
Pueden producir daños al alcantarillado y a los cimientos de los edificios. Las hojas y flores producen mal olor. En el caso de que las abejas polinicen las flores, transmiten a la miel un mal sabor.