La Semana Europea de Prevención de Residuos coincide en Alpedrete con el proyecto piloto de compostaje comunitario escolar puesto en marcha por el Ayuntamiento de Alpedrete y la ONG Amigos de la Tierra en los colegios que participan de esta iniciativa: los CEIP El Peralejo y Clara Campoamor.
Ambos centros han recibido la formación para abordar el proceso de compostaje de forma sencilla. Primero se han realizado talleres formativos con miembros de los equipos directivos, coordinadores de eco-escuela, conserjes, personal de cocina y representantes de las AMPAS. Y segundo, se ha formado a los alumnos que integran los comités ambientales de ambos colegios (dos representantes por cada nivel educativo). Ellos serán los encargados de trasladar a sus compañeros lo aprendido y de comprometerse con ellos a llevar a cabo las tareas adecuadas para el éxito el proyecto: que al finalizar el curso dispongan del compost que abonará sus huertos.
De este modo, niñas y niños han participado desde el inicio en el proyecto. Han montado el compostador, aportado ideas de dónde instalarlo, reflexionado sobre qué tipo de residuos se pueden compostar y los que no, y cuáles son los agentes que intervienen en el proceso. Su implicación en el proyecto es un factor clave.
El mismo día que se ha montado el compostador en cada uno de los colegios, se ha dispuesto de los materiales necesarios para comenzar el proceso. Las cocineras han aportado restos de la preparación de la comida de ese día, que previamente habían separado, se ha dispuesto también de los restos de fruta de la merienda del recreo y de restos de hojas secas y trocitos de ramas procedentes del huerto y zona ajardinada del colegio que han preparado profesores y conserjes.
El objetivo de esta iniciativa es hacer compost obtenido a partir de la descomposición controlada de la materia orgánica. Las razones que justifican hacer compost comunitario en los colegios son múltiples, no sólo medioambientales también curriculares, pues de forma trasversal se abordan diferentes materias y crea hábitos de colaboración y responsabilidad.
El uso de compost en el jardín o en la huerta mejora las características del suelo, evitando el uso de fertilizantes químicos y pesticidas, y ahorrando agua de riego. Los residuos orgánicos ocupan entre el 40 y el 50% de la bolsa de basura. Convirtiéndolos en compost se evita su recogida y acumulación en vertederos, que es muy cara y produce fenómenos de contaminación como las emisiones de gas metano.
Los dos colegios que participan del proyecto disponen del asesoramiento, acompañamiento y seguimiento de la organización Amigos de la Tierra durante todo el curso escolar, lo que les permitirá solucionar cualquier duda o dificultad.
Los colegios han recibido, por parte del ayuntamiento, el material necesario para desarrollar adecuadamente la actividad: una compostera, dos cubos para la separación de la materia orgánica y un aireador que permitirá oxigenar la mezcla.
Se trata de un proyecto que no solo implica a los escolares, sino también a las familias del municipio. El ayuntamiento ha querido comenzar con 60 familias que realizarán autocompostaje y a un grupo de entre 20 y 25 familias que participarán en un proyecto de compostaje comunitario. Todas ellas han recibido el material y la formación necesaria y, estarán acompañadas durante el primer año por la misma ONG que resolverá todas y cada una de las incidencias y preguntas que puedan surgir. Estas familias se han comprometido, además, a contabilizar mensualmente las veces que llevan el cubo (de 10 litros de capacidad) con los restos de la materia orgánica al compostador. De este modo estarán ayudando a cuantificar la cantidad de materia orgánica que se dejará de llevar al vertedero y la reducción correspondiente en emisiones de CO2 a la atmósfera.