Los más pequeños han cobrado protagonismo este jueves en las Fiestas de Santa Quiteria. Un día dedicado fundamentalmente a las actividades en familia. Al mediodía los juegos hinchables instalados en la Plaza de la Villa mostraban las habilidades de algún aspirante a escalar altas cumbres. Por la tarde, el esfuerzo consistía en no perder el equilibrio entre la espuma, tantas pompas que alguno tuvo que usar la fuente a modo de bañera.
Los más intrépidos optaron por los autos locos. Destacaron dos modelos. Uno con tracción a los “cuatro colegas” (cuatro cuerdas atadas a cada extremo de un carrito de supermercado de las que tiraban los cuatro amigos del piloto) y a “piñón fijo”, típica moto enana de plástico conducida por un individuo ostensiblemente más grande que el vehículo. Velocidad pura y a parar contra las balas de paja.