El invierno es el momento de abortar la aparición de la oruga procesionaria, un lepidóptero que ataca a los cedros y a todas las especies de pinos. Los nidos, que comienzan a formarse durante el verano, son muy resistentes soportando hasta -12ºC. Cuando las condiciones climáticas son favorables, las orugas abandonan el nido provocando daños en los pinares, urticarias y alergias.
Es en esta época del año cuando se deben quitar los nidos, evitando de esta manera la aparición de las orugas en primavera. La manera de hacerlo es destruyendo los bolsones o mediante el empleo de trampas de feromonas, entre otros métodos. El Ayuntamiento de Alpedrete ha elaborado un documento sobre la procesionaria, los daños que produce y la manera de prevenirla que pone a disposición de vecinos y vecinas para que sepan cómo actuar.
TRATAMIENTO-CONTRA-LA-ORUGA-PROCESIONARIA-DEL-PINO.pdf