Las alumnas y alumnos del IES de Alpedrete han finalizado el programa Erasmus+ con un acto celebrado en la Casa de Cultura Asunción Balaguer. Junto a ellos han estado los responsables educativos del Instituto, algunos familiares y representantes del Ayuntamiento de Alpedrete.
Desde el instituto se ha puesto en valor el trabajo realizado por las alumnas y alumnos, la oportunidad de extender y compartir su conocimiento, y desde el Ayuntamiento se ha felicitado y apreciado como muy positivo el trabajo nacido del esfuerzo y la colaboración de la comunidad educativa (alumnos, profesores y familias).
El proyecto Erasmus+ ha propiciado que el IES Alpedrete haya formado parte de un grupo de seis centros escolares de Alemania, Finlandia, España, Hungría, Eslovenia y Polonia. El objetivo global ha sido desarrollar las competencias básicas y transversales, en este caso trabajando en tema del agua, desde ámbitos diversos: arte, economía, salud y turismo.
Durante el acto celebrado este viernes han intervenido los que han vivido en primera persona, y en algunos casos por primera vez, la experiencia de compartir vida y trabajo con personas llegadas de otros países, de otras culturas, de otros ámbitos sociales.
Las primeras en tomar la palabra han sido las madres. Mamen ha destacado que la experiencia ha servido “para salir del entorno y conocer otras formas de vivir”. Y Virginia ha calificado lo vivido como “una experiencia deslumbrante” que incluso ha servido en su casa para que los niños más pequeños de la familia comprendieran la necesidad de estudiar idiomas para poder comunicarse con otros mundos.
Antes de recibir el diploma que certifica el trabajo realizado, los “Erasmus+” han compartido sus experiencias. Álvaro ha destacado los viajes a “destinos poco habituales” como elemento enriquecedor. Lo mismo opina Elena que “nunca pensó en viajar a Finlandia”, un viaje que le ha servido para “romper el estereotipo de que en los países del norte la gente es fría y distante”. Aurora, que “hasta ahora solo había viajado a Portugal” ha agradecido el intercambio de información con personas de otros países y ha calificado de “fantásticas y bien organizadas” las actividades programadas. El punto negativo la sido la sopa de cerezas, que según ha confesado Olga “estaba asquerosa”, lo bueno, ha asegurado, ha sido conocer gentes y costumbres.
Familias, alumnas y alumnos han coincidido en que Erasmus+ es una experiencia positiva y han animado a sus compañeros del IES de Alpedrete, que llenaban la Casa de Cultura, a tener la misma experiencia.