Hacía una hora que el reloj de la Puerta del Sol había tañido doce veces anunciando el nuevo año cuando la Carpa de la Navidad comenzaba a llenarse. La Fiesta de Nochevieja, o de Año Nuevo para atender todos los gustos, fue un éxito. El aforo siempre lleno, nunca superado, fue el elemento más destacado de una noche en la que los que se pasaron por la plaza de Francisco Rabal vivieron y disfrutaron la fiesta con cívica alegría.
Algunos, venidos desde otros municipios, tuvieron que esperar más de una hora en la calle haciendo cola para poder entrar. Y atendieron con tranquilidad las instrucciones y la espera para finalmente participar de música, baile y alegría dispuesta por el Ayuntamiento de Alpedrete. Así hasta las seis de la mañana cuando, con orden y concierto, algunos enfilaron sus pasos hacia el chocolate con churros y otros hacia sus casas.
El único PERO fue la actuación de unos pocos a los que el diccionario de la Real Academia de la Lengua nombra y define, coloquialmente, como “pintamonas: Pintor de poca habilidad”. Los “pintamonas” han ensuciado a golpe de pintada el Edificio Polivalente y un lateral del edificio de Protección Civil en la plaza de la Constitución, los bajos de la Centro de Juventud y el edificio del Consultorio médico local. Ahora, el Ayuntamiento de Alpedrete borrará todas y cada una de las pintadas. Limpiar la suciedad de unos pocos la pagarán todos los ciudadanos y ciudadanas de Alpedrete. Ese dinero no podrá dedicarse a otros asuntos.